Opis:
Fría mañana de enero, a las 9,30 h. A.M. el termómetro marcaba 4 º en el área recreativa la Rosandrá en Aldeire (Granada). Nuestra idea era subir y bajar por el mismo sitio al Morrón del Medio Día. Comenzamos nuestra ruta bien abrigados y enseguida llegamos al puente colgante de hierro. Lo cruzamos y continuamos andando por la pista entre castaños centenarios. La tierra estaba helada y había que andar un tanto con cuidado para no resbalar. Seguimos andando por umbría, cruzamos nuevamente el río, pero esta vez, saltando por encima de los cubos de piedra. Están colocados de forma, que pueda pasar el agua y cruzar nosotros. Paramos en un gigante castaño que hay junto a unas cuadras. El sol ya estaba levantando y comenzaba a entrar por el barranco, agradeciendo su presencia. En un salto de agua que hace el río, junto a un casetón, los chupones de hielo y las gotas heladas eran espectaculares. Era obligado detenerte para admirarlos y sacar fotos chulas. Nuevamente cruzamos el río por otros cubos de piedra y continuamos ascendiendo ligeramente por el carril entre árboles de ribera. El carril hace un giro de 180 grados, nosotros lo abandonamos justo en la curva y cruzamos. Nuevamente nos facilitan otros cubos de piedra para cruzar el río. Desde aquí por sendero, va ascendiendo, por la loma hasta llegar al cortafuegos. Donde comienza el cortafuegos, hay una cuadras ganaderas, hicimos una parada para admirar la panorámica hacia el valle del Zenete y la sierra de Baza detrás. El cortafuegos da miedo mirar hacia arriba, no es que sea complicado pero tiene mucho desnivel. Aparecen los sudores y nos quitamos algo de ropa. Casi sin parar, continuamos ascendiendo, empinado cortafuegos. Cruzamos el carril que lo atraviesa y unos cientos de metros más arriba, lo volvimos a cruzar. La nieve comenzaba a ser intermitente y la tierra, aunque le daba el sol, seguía helada. Llegamos al final del cortafuegos, por aquí pasa el Sulayr, en su tramo Toril - Postero Alto. Lo omitimos y seguimos andando, ahora sobre nieve de más de 30 cm. Estamos bajo El Morrón del Mediodía y unos compañeros deciden subir por el canuto. Venia gente con distintos niveles y tire del resto del grupo en dirección al Collado del Realejo Alto. La subida fue lenta sin pausas, excepto al llegar a unas grandes rocas, las únicas hasta el Collado, donde paramos lo más rápido posible para no enfriarnos y ponernos los crampones. Reanudamos la marcha, siguiendo con la mirada al Collado. Parece que estaba ahí al lado, pero tiene lo suyo y vamos en buena formación. Van todos sobre la misma huella, de forma que le facilita el paso a los de atrás. El día está siendo maravilloso para ser enero, hay limpieza de atmósfera y se aprecia la Sagra con mucha nieve, aunque aquí corre un poquito de brisa. Cuando se llega al Collado, se ven las dos vertientes y transmite una sensación que recorre todo el cuerpo. Muy cerca de la arista abrimos huella hasta la cumbre y al llegar al Morón del Mediodía, nos encontramos un grupo de machos de cabras montesas. Parece que ya nos conocen y nos dejan hacerle infinidad de fotos. Poco a poco nos fuimos reagrupando en el geodésico donde paramos a comer admirando las impresionantes vistas a 360 grados. Nuestro compañero Armanduko, había salido desde el puerto de la Ragua hacia este mismo sitio. Sin esperanza de encontrarnos llegamos a la misma vez. Almorzamos juntos y decidimos reestructurar el recorrido y en vez de regresar por el mismo sitio, irnos con él hasta el Puerto de la Ragua. Almorzamos juntos para recuperar fuerzas, en poco rato salimos al nuevo punto resteando hacia el San Juanero y El Hornillo, descendiendo en dirección norte hasta enlazar con el sendero Sulayr, y por él directamente a los aparcamientos del Puerto de la Ragua. Todavía había bastante gente tirándose con plásticos y trineos. Eran las 4 de la tarde y el termómetro marcaba dos grados. El GPS marca 16 km. Para terminar el día, nos fuimos a la Calahorra al bar del Torcuato para hidratarnos y calentarnos junto a la chimenea.