Opis:
Unos kilómetros después de Lizartza (en dirección Pamplona), dejamos el coche en una antigua casa de Mikeletes, ahora reformada. Se trata de la zona de Illarrazu. A la izquierda del edificio vemos las marcas de la GR 121. Las seguimos por un camino rocoso que asciende paralelo a una regata con un tubo naranja de canalización. Vamos siguiendo las marcas, que se desvían hacia la izquierda y remontan las laderas, pasando del pino al haya. Pasamos por un amplio establo de piedra con una espectacular estructura de madera en el techo. Siguiendo las marcas desembocamos en la PR que viene de Lizartza y llegamos al collado de Arrume, con un poste señalizador de madera con flechas. ATENCIÓN. En este punto, la GR gira hacia la izquierda por un bosque, dirección Orexa. NO SEGUIR POR AHÍ. Hay que continuar rectos, subiendo hacia una borda con una pequeña torre de paneles solares (detrás vemos el Urkieta). Tras dejarla atrás, entramos en un pinar y vemos una bifurcación. Tomamos la de la izquierda, que asciende (si nos fijamos vemos en un árbol las marcas desdibujadas del antiguo trazado de la GR 121, la vuelta a Gipúzkoa). Al cabo de un rato, la pista llanea unos metros en una curva y comienza a descender suavemente. En ese punto, hay que tomar una pequeña senda a nuestra izquierda que se mete entre pinos (está señalada con un cairn en el suelo). Esta senda nos lleva hasta una alambrada, junto a un mojón de piedra. Ahora queda lo más duro. Siguiendo las balizas pintadas en los árboles, por una senda a ratos poco clara, subimos por una pronunciada pendiente a través de un precioso hayedo. Arriba salimos del bosque y la hierba se mezcla con la roca. Continuando por la arista, llegamos al buzón